Los 8 pasos del yoga: YAMA, NIYAMA, ASANA, PRANAYAMA, PRATYAHARA, DHARANA, DHYANA, SAMADHI

Los 8 pasos del yoga para la iluminación

Patanjali describe en sus yogas sutras 8 pasos para la iluminación. Si bien se describirán de forma lineal, estos deben ser abordados de manera integrada.

Como un árbol que cuenta con sus diferentes partes para conformarse; raíces, tronco, ramas, hojas y frutos, de la misma manera el estado yóguico requiere de la integración de estos ocho elementos para la evolución del practicante.

Estos son YAMA, NIYAMA, ASANA, PRANAYAMA, PRATYAHARA, DHARANA, DHYANA, SAMADHI.

Estos son mandamientos o reglas para el individuo y la sociedad. El incumplimiento de estos traería como resultado caos, violencia, mentira, robo, disipación y codicia. La raíz de estos males son la avaricia, el deseo y el apego que solo traen sufrimiento e ignorancia.

AHIMSA: A significa no y HIMSA significa matar o violencia. Para el yogui matar o dañar representa un insulto al creador supremo. Los hombres matan para comer o para protegerse. Si bien la dieta vegetariana es mandataria para un yogui, esto no significa que no comer animales sea sinónimo de no violencia, ni que quien decida comer carne no pueda practicar AHIMSA.

La violencia es un estado de la mente y los hombres pueden matar o violentar para defenderse o defender a sus seres queridos o a sus propios intereses. La creencia de que puede actuar de esta manera es errónea y el hombre debe rendirse ante el ser supremo que es la fuente de la fuerza universal y de esa manera dejara de tener miedo.

La violencia nace del miedo, la debilidad, la ignorancia o el cansancio.

El yogui cree que toda criatura tiene el mismo derecho a vivir que el mismo y está contento de poder ayudar y tener una mirada amorosa hacia la creación.

Cuando los demás actúan de manera errónea el yogui no cree que deban ser castigados, por el contrario, perdona a través del amor. A pesar de oponerse a los malos hábitos de quienes actúan de manera errónea, puede separar y ser compasivo con la persona que hay detrás de esos hábitos a los cuales se opone. Oponerse sin amor lleva a la violencia, pero oponerse con amor es acompañar y ayudar a esa persona a cambiar y transformar. Entonces la batalla está ganada porque fue desde el amor.

Junto con AHIMSA vienen ABHAYA, libertad del miedo y AKRODHA, libertad de la ira. La libertad del miedo viene para aquellos que viven una vida pura. El yogui no tiene miedo y nadie le tiene miedo a él porque esta purificado por el estudio del sí mismo.

El hombre tiene miedo de lo incierto, lo desconocido y del futuro. Un hombre con miedo queda paralizado siendo el mayor de los miedos el miedo a la muerte.

El yogui sabe que su cuerpo es un alojamiento temporario y que su espíritu está separado de su cuerpo. El yogui entrega su propia vida a Dios entonces no puede sentir miedo.

Hay 2 tipos de ira (KRODHA) una degrada la mente y la otra lleva hacia el crecimiento espiritual. La raíz de la primera es el orgullo que hace que uno se enoje cuando es menospreciado. Esto hace que la mente no pueda ver las cosas con perspectiva y actúe con juicio defectuoso.

El yogui por otro lado se enoja con si mismo cuando la mente esta aletargada o cuando toda su experiencia o recorrido no pueden evitar que cometa errores. Es severo consigo mismo pero amable ante los errores de los demás. La gentileza de la mente es un atributo de un yogui.

SATYA: La verdad es la forma más elevada de comportamiento. Mahatma Gandhi dijo: “La verdad es Dios y Dios es la verdad.” Así como el fuego quema las impurezas y refina el oro; de la misma manera el fuego de la verdad limpia al yogui y lo refina.

Si la mente tiene pensamientos verdaderos, la boca haba con verdad y si la vida entera se basa en la verdad entonces uno está listo para fundirse con el infinito. La realidad en su verdadera naturaleza es la verdad y el amor y se expresa a través de estos 2 aspectos. La vida del yogui debe estar conformada por estos 2 aspectos.

El control de las palabras va a la raíz del final de la malicia. Cuando la mente no soporta la malicia hacia ningún ser, se llena de caridad hacia todos los seres. Quien aprende a controlar su lengua ha alcanzado el autocontrol en una gran medida. Cuando esa persona hable será escuchada con atención y respeto. Sus palabras serán recordadas por ser buenas y verdaderas.

Cuando uno se establece en la verdad y reza con el corazón puro, entonces lo que realmente necesita llega en el momento preciso. No es necesario correr detrás de las necesidades. El hombre firmemente establecido en la verdad obtiene el fruto de sus acciones sin aparentemente hacer nada. Dios, la fuente de toda verdad, abastece todas sus necesidades y cuida su bienestar.

ASTEYA: el deseo de poseer lo que otros tienen lleva a actuar de manera equivocada. Es a partir de este deseo que aparece el odio para codiciar y robar.

A significa no y STEYA significa robar. No robar incluye no solo no tomar posesiones ajenas sino también no usar algo que no nos pertenece para un propósito para el cual no fue prestado o tomarlo por más tiempo del permitido por su dueño.

El yogui reduce sus necesidades materiales al mínimo creyendo que si tomara cosas que no necesita estaría robando. Mientras otros hombres anhelan poder, fama, dinero, posesiones, entretenimiento; el yogui solo anhela adorar a Dios. La ausencia de anhelos nos lleva a evitar tentaciones. Los anhelos atentan contra la tranquilidad.

BRAMACHARYA: según el diccionario BRAMACHARYA significa una vida en celibato de estudio religioso y auto restricción, pero concepto de BRAMACHARYA no tiene que ver con la negación y la prohibición forzada. BRAMACHARYA no significa que la vida del yogui sea solo para célibes y no para padres de familia. Se debe trasladar lo más puro del concepto de BRAMACHARYA a la vida diaria de cada uno.

Sin experimentar el amor y felicidad, es imposible conocer el amor divino. La mayoría de los antiguos yoguis eran hombres casados y con familia. El matrimonio y la paternidad no son barreras para el conocimiento, el amor y la unión con la divinidad.

El concepto de BRAMACHARYA tiene que ver con aprender a canalizar y regular la energía vital para un propósito.

La mala regulación o disipación de la energía genera una dispersión mental provocando desorientación en el camino del yoga.

La evolución de este concepto está relacionada con el uso correcto y correcta canalización de la energía vital en nuestra vida diaria.

APARIGRAHA: PARIGRAHA significa acumular o recolectar. No acumular es APARIGRAHA. Se trata de no tomar cosas que no se necesiten realmente. Para el yogui acumular cosas para después significa que uno no tiene fe en que Dios las va a proveer en el momento indicado. Mediante APARIGRAHA el yogui mantiene su vida lo más simple posible y entrena su mente para no sentir la pérdida o la falta de nada. Entonces todo lo que necesita llegará a él en el momento indicado. El practicante desarrolla la posibilidad de mantenerse satisfecho con lo que le suceda. Así se mantiene apartado de la ilusión y la miseria del espíritu.

¿Hablamos?

Catalina Rey

+54 9 11 3248-4626

Email

info@catalinarey-yoga.com

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